Sois mis ojos, mis manos y mis pies

El pasado martes 14 de Julio comenzó en la residencia una semana de agradecimientos.

Se celebraba en todo el mundo el día de una maravillosa profesión. De el Auxiliar de Enfermería.

Elena G. Una residente que ejerció la profesión de Auxiliar de Enfermería.

Dentro de nuestro centro, y en muchas de las instituciones socio-sanitarias representan el mayor porcentaje de empleados y empleadas. Son fundamentales puesto que son el pilar y la gran base del resto de empleados de dichos centros.

No solo es importante su lugar dentro de los profesionales sino en el día a día de los residentes siendo ellas y ellos los que mayor trato y más cercano tienen con todas las personas que se atienden en los centros.

Funciones desde asistir en Actividades de la Vida Diaria como en la comida, higiene, aseo de los residentes. Así como en el día a día de los mismos, mejorando por tanto su calidad de vida y atención diaria.

Un abrazo cuando lo necesitan (aunque ahora tenga que se codo con codo), dos vasos de gazpacho para el que más le gusta, la cantidad concreta de leche y azúcar que quieren en el café de la merienda. Agua con hielo siempre fresquita en el dormitorio. Estar sentada en la dirección y lugar correctos. Salir de la habitación a caminar con ellas. Escuchar a nuestros mayores… No paran de venirme ejemplos de lo que todos los días ocurre en la residencia.

Todos en la residencia tenemos la suerte de trabajar con personas. De trabajar no solo con personas, sino con personas mayores y disfrutar de su agradecimientos, sus consejos y por ello disfrutamos de nuestro trabajo, es lo que lo hace más especial.

¿Cómo lo hemos podido disfrutar?

Pronto publicaremos un vídeo en el que algunos de nuestros residentes reflejan que cosas agradecen el día a día a nuestras chicas. Por el momento hemos podido regalar a todas ellas un Salvabolsillos personalizado por los usuarios hechos durante un taller de Terapia Ocupacional.

Manuela decidió escribirlas una carta:

«Todos los días son buenos para felicitarlas pero hoy más.

Sin nombre propio, TE FELICITO por cuidarme, por cuidarte durante esta época y caos. Se que te vas algunos días cansada no solo por el trabajo que haces, que aquí es mucho, sino por todo lo que sigues haciendo para cuidar de nosotros aquí también cuando te vas. Si no porque no suelo tener a veces el tiempo suficiente para agradecértelo.

Además ahora comprendo, que llevo puesto yo también la mascarilla «el tapabocas» que es un cansancio acumulado vosotras que lo lleváis puesto tantas horas.

Mil gracias para todas vosotras, ojalá os podamos felicitar a todas juntas como siempre, en nuestro día a día normal pronto. Un abrazo.»

Como bien decía Filo, una residente:

«Si es que cómo no se lo vamos a agradecer todo, todo lo que nos ayudan, ellas son mis ojos, mis manos y mis pies, no puedo estar más agradecida».

¡Felicidades compañeras!