¡Ya hemos enviado nuestras cartas! ¿Y vosotros?
Cómo os explicamos ayer en otra publicación, tras el taller de cartas solidarias hemos podido realizar nada menos que 15 CARTAS SOLIDARIAS gracias a la participación de nuestros residentes.
¡Os las dejamos por aquí para que os sirvan de inspiración!
CARTAS SOLIDARIAS. RESIDENCIA DE MAYORES LA PINARILLA.
Carta 1.
¡Hola, me llamo Elena! Soy una mujer joven que vive en una residencia de mayores por diversas circunstancias. Esta carta va dirigida a ti, para darte mucho ánimo y decirte que: todo va a salir bien.
Hoy 18/03 es mi cumpleaños y al estar ingresada en una residencia no puedo salir a la calle y celebrarlo en casa. Pero tengo esperanza de que esto va a pasar pronto.
Desde aquí te mando mis mejores deseos y quería decirte, afirmarte que ya te vas a curar. Lo peor para mi estos días ha sido el no poder estar con la familia, pero decirte que ellos tu familia te estará añorando tanto como tú a ellos.
Elena González. 48 años.
Carta 2.
Hola soy Encarna y me han dicho que estas algo enfermito. Por eso te escribo para animarte y que te pongas mejor.
Vivo en una residencia de mayores. Lo único que te pido es que estés más animado. Escucha la radio, ve la TV, lee revistas, lee novelas que te sean simpáticas. Ya verás cómo te animas.
Yo ahora mismo ando también algo pachucha anímate que seguro que esto pasa rápido. Un besazo.
Encarna, aunque me puedes llamar Rafi, 82 años.
Carta 3.
Querida amiga o amigo, en estos duros momentos te deseo de sincero corazón lo mejor del mundo, ya que todos estamos asustados con el tema pues nunca hubiéramos imaginado que viviríamos una situación tan difícil.
Me llamo Herminia soy de Tánger pero del salero que tengo todos creen que soy andaluza como mi madre.
Soy coqueta y muy dramática porque yo quería ser artista. Canto todos los días y me río hasta de mi sobra.
Se francés, e inglés, mi hija también. Y también hablo árabe. Parece que te estoy intentando conquistar pero no, solo te quiero distraer. Un fuerte abrazo, mejórate pronto. Desde mi residencia de mayores:
Herminia, 83 años.

Carta 4.
¡Hola! Me llamo Ángeles Iglesias, aunque por aquí (mi residencia de ancianos) todos me conocen por ser algo nerviosa. Me desespero bastante rápido, sin embargo, he decidido que como hay que tener paciencia con esto del virus y así aprender a partir de toda esta situación.
Espero que puedas tener paciencia tu también, que te mejores pronto, que te cuides y que te rías mucho, de cualquier cosa, de tus recuerdos, como intento hacerlo yo.
Ángeles Iglesias, 85 años.
Carta 5.
Hola, soy Ana y estoy aquí con Kiko, mi marido en una residencia de mayores donde como hemos tenido mucho cuidadito todos estamos muy bien.
Vaya tela el virus éste. Piensa sólo en lo mejor ahora, que seguro que va a pasar pronto la cosa. Mucho ánimo, te deseamos mucha suerte para que te pongas bien.
Ana y Kiko, “Los churris de la residencia”, 82 y 84 años.
Carta 6.
Querido amigo, hoy estarás preocupado por sentirte enfermo pero mejorarás pronto porque como todos sabemos estamos en manos de los mejores sanitarios aquí en Madrid y pronto nos reiremos juntos de estos miedos al virus chino que ha llegado.
Soy una señora de 93 años, me llamo Manuela y vivo en una residencia de mayores en Chapinería dónde por suerte nos tienen distraídas de toda la situación hasta bailan por nosotras, además de cuidarnos mucho.
Yo tampoco veo a mi familia en estos momentos pero tranquilo, la esperanza puede con todo. Vamos a vencer tanto si eres joven como si no, un abrazo.
Manuela Abad, 93 años.
Carta 7.
¡Hola, soy Emiliano! Aquí todos me conocen como Emi. Me encanta salir a pasear y es lo que más echo de menos, no va conmigo mucho esto del #quedateencasa. Sin embargo me alegro de haberlo hecho porque en mi residencia de mayores estamos todos bien.
Mucho ánimo, entretente todos los días como yo por ejemplo con sopas de letras. Espero que te mejores pronto.Soy un hombre muy risueño, con gafas, no tengo un pelo de tonto. No paro quieto. Estoy todo el día ayudando a todo el que puedo. Feliz recuperación.
Emiliano, 70 años.
Carta 8.
¡Hola! ¡Eh! Soy Pablo. Tengo 92 años y vivo en una residencia de mayores. Estoy de tu parte, colaboro con ganas en esta iniciativa con ganas de que pase esto pronto y podamos volver a una viuda normal, o nueva y todos juntos otra vez que nos hace mucha falta.
Cuídate y ten mucha fuerza, ¡que tú puedes!
Pablo, 92 años.
Carta 9.
¡Hola! Me llamo Fulgencia, y aquí te escribo desde mi residencia. Desearte mucho ánimo, estoy segura que pasaremos esto pronto, con todo lo que ya he pasado yo te lo puedo asegurar.
Tengo 101 años, soy la más mayor aquí, y sin embargo a diario bajo a hacer actividades y paso un rato pedaleando para seguir en forma.
No dejes de cuidarte nunca. Parece que el virus este nos ha quitado mucho, pero lo bueno es que todo volverá a la normalidad. No pierdas nunca la esperanza. Un abrazo muy grande. Y salud.
Fulgencia, 101 años.
Carta 10.
Me llamo Josefa Romero, aunque en mi residencia todos me conocen como Pepi, Pepi Romero. Soy pequeñita pero matona. Ten mucha paciencia que saldrás de esta pronto. Tengo una hija que es dentista pasado por lo mismo que tú, te deseo mucha fuerza. De verdad deseo que te recuperes pronto.
Te mando muchos besos de esos de los de codo-codo. Y todo mi apoyo.
Josefa Romero, 79 años.
Carta 11.
Hola, me llamo Filo porque no me gustan que me llamen Filomena. He sido la última de los hijos de mi madre, todos tenían nombres preciosos: Enrique, Mari Carmen,… Pero claro yo llegué después de 6 y me pusieron el nombre de la que por suerte ha sido mi madrina, que tenía este nombre, vaya suerte la mía, que nombrecito.
Vivo en una residencia de mayores con mi marido Ventura al que quiero por encima de todo en este mundo. Ten mucha suerte, paciencia como estoy teniendo yo estos días en los que Ventura ha estado algo malito. Pronto volveremos a ser felices y todo va a ir a mejor.
Filo, 86 años.
Carta 12.
Apreciado compañero, amigo y desconocido a la vez, desde mi residencia de mayores, aquí en Chapinería te mando mucha fuerza. No estés triste que te vas a curar pronto. Todos estamos viviendo de cerca lo de esta pandemia, pero hay que tener la mente ocupada y hacer cosas que te gusten.
Lee si te gusta, haz labores, escucha música… Todo pasará pronto. Me llamo Ángeles Moreno y te deseo una pronta recuperación.
Ángeles Moreno, 92 años.
Carta 13.
Me llamo Victoria Sevilleja, aquí en la residencia hacen la broma y dicen: ¡anda! Sevillana, pero vieja. Así me siento yo algunos días ya puesto que tengo 78 años. Sin embargo se que todo es cuestión de actitud, piensa siempre en positivo.
Mejórate, presta atención a lo bueno, ve la TV. Esto del virus ya se va a pasar. Estamos cerca de la vacuna y la solución que va a erradicar el dichoso virus este. Muchos besos, mejórate pronto.
Victoria Sevilleja, 78 años.
Carta 14.
Hola soy Manuela, con 93 años estoy viviendo en una residencia y lo paso muy bien. A veces, no recuerdo si quiera que extraño mucho a mi familia, aunque les echo mucho de menos como tú echarás de menos a los tuyos. Cuando esto del virus pase nos reiremos todos juntos.
Busca entretenerte haz sopas de letras y colabora con los sanitarios para una pronta recuperación.
Aquí, en mi residencia, cuando nos aburrimos les cuanto que: hace un tiempo, estuve yendo de luto a mi trabajo puesto que me había quedado viuda. Me llamaban mis compañeras sin yo saberlo, “la cucaracha”, porque iba de negro y era baja y gordita… Eso sí en cuanto lo supe aparte de perdonarlas volví a vestir de color.
Manuela o manolita, 93 años.
Carta 15.
Hola soy Pepi una señora que está en una residencia y te quería contar el por qué estoy aqui:
Me tuvieron que cortar una pierna y no puedo estar en mi casa sola y por eso y no porque sea mayor estoy en una residencia.
Soy Pepi, pero Pepi Granja, porque aquí hay varias pepis. Te escribo para mandarte ánimos, decirte que mejorarás pronto. Que la vida aquí no acabaEso sí, pon siempre de tu parte y procura salir adelante.
Cómo anécdota te cuento que: soy pelirroja, como con mucha sal, odio el arroz si no lleva salsa de tomate y por aquí me suelen llamar chillona. Ayudo sin embargo mucho por aquí a la terapeuta. Me llama la profesora adjunta porque quiero siempre que todos se esfuercen y me enfado, les chillo a veces para animarles a dar más de ellos pero solo porque veo de lo que son capaces de hacer, de ahí mi apodo.
Cuídate, mejorarás pronto.
Pepi Granja, 78 años.
Son todas preciosas, sobre todo su implicación en ayudar desde su casa. Cómo os decíamos ayer, todos ayudamos y podemos hacerlo desde casa. #quedateencasa.