En El Palomar aprendimos muchas cosas de los animales domésticos y la vida en la granja
Aprovechando las condiciones meteorológicas que nos está regalando el mes de octubre organizamos una salida con un pequeño grupo de nuestros residentes el jueves día 19 de octubre.
En esta ocasión visitamos la Granja Escuela El Palomar situada en nuestro pueblo, Chapinería.
¡En El Palomar aprendimos muchas cosas de los animales domésticos y la vida en la granja! Conocimos sus costumbres, sus características principales, los cuidados que precisan, su alimentación…
Allí se pueden ver establos, el gallinero, los corrales, la charca y las amplias instalaciones de las que constan, donde nos mostraron cómo conviven los conejos, ovejas, cerdos, vacas, gallinas y gallos, etc.
Tuvimos la oportunidad de acariciar las cabras y cabritillos, y pudimos dar de comer a los animales (¡más de uno los empachaba a base de hojas!) Y en la charca vimos patos, pavos y ocas.
Vimos cabras y ovejas de distintas razas. Cabritillos, macho cabrío, ovejas lanudas y carneros, corderitos…
Como curiosidad nos contaron que un familiar de una de nuestras compañeras de la residencia se dedicaba a trasquilar esas ovejas, haciendo muchas veces verdaderas obras de arte realizando diferentes dibujos sobre sus cuerpos.
También pudimos conocer bellos ejemplares de caballos de raza española, árabe, zamorana y andaluza. Nos asombramos al ver como el señor herrador se dedicaba a herrar a los caballos, que le permitían desarrollar su trabajo sin dificultad alguna. El caballo que responde al nombre de Camarón (un nombre muy español por cierto) levantaba la pata facilitándole la labor, y posaba orgulloso ante nuestras miradas. También conocimos a Tambo, un caballo negro azabache que se ha recuperado de una intervención quirúrgica de forma exitosa, todo un campeón.
Y nos explicaron en qué consiste el pelaje “isabelino” y cuál es su origen.
¡Y pudimos ver un precioso poni!
En los prados pastaban gran variedad de razas vacunas, vacas frisonas y un bello toro escocés de Highlands que se convirtió en uno de los favoritos de nuestros residentes.
El Palomar tiene cerdos de diferentes razas como los ibéricos o vietnamitas, aunque en esta visita solo pudimos ver algún vietnamita y un grupo de jabalíes.
La charca de la granja ofrecia la música que de los patos, junto a las ruidosas ocas y el glugluteo de los pavos.
Las llamas nos miraban curiosas pero no recibimos ningún escupitajo.
En el zoo de la granja escuela también tienen otro tipo de animales, los animales salvajes.
Zorros y coatíes.
Chiqui nos explicó las características de los diferentes animales salvajes, su alimentación, hábitos y costumbres, y le dedicó un tiempo especial a los lobos, a quién le dedican en la granja un rincón del centro que visitamos, el museo del lobo.
La granja escuela ofrece tantas posibilidades, que nos han quedado pendientes un montón de cosillas por descubrir. Pero eso no es malo, porque siempre es formidable volver a organizar otra visita…
¡Nos vemos pronto!