Con este calor qué es lo que más apetece???
Deleitarnos con algo tan rico y fresquito como… ¡UN HELADO!
Y no se nos ocurre mejor manera de disfrutar al 100% de todo el proceso que seamos nosotros mismos los encargados de la elaboración.
No hay nada que se nos resista. Nuestros mayores están dispuestos a ponerse el delantal y a enfrentarse a lo que se les plantee. En este caso, una tarea sencillita pero muy atractiva, sobre todo el resultado final. Aunque en este caso, como se requiere de unas horas en el congelador, se tienen que resistir a probarlos hasta el día siguiente…toda una hazaña. Porque más de uno sentía tentaciones de realizar la cata tanto durante como al final de la elaboración.
Nos han demostrado sus habilidades culinarias una vez más, y después de una meticulosa y coordinada labor, el resultado final se dirige al congelador dejando en la sala sonrisas de satisfacción y anhelo de poder degustar lo que nosotros mismos hemos hecho con gran espero y dedicación.
También hicimos en su día un Taller de repostería Navideño
Repetiremos seguro!!